Pinto, una ciudad sin semáforos en Madrid

A finales de 2006 Pinto se convirtió en una ciudad sin semáforos. Los primeros semáforos de esta ciudad se instalaron a finales de los años 70. Y en diciembre de 2006 se eliminaron los últimos semáforos del municipio, que estaban ubicados en la calle Calle Castilla con la calle de Asturias.

De esta forma, Pinto, con más de 50.000 habitantes, se convirtió en el único gran municipio sin semáforos de España.

Posteriormente, otra ciudad madrileña ha secundado esta iniciativa: Las Rozas, con más de 95.000 habitantes.

En ambos casos, en su lugar, se construyeron rotondas para regular el tráfico. Esta iniciativa parte de la filosofía de reorganizar el tráfico de forma natural a través de rotondas, y lograr así evitar atascos y accidentes de tráfico.

Esta decisión no carece de controversia, ya que hay quejas por parte de algunos vecinos que alegan que los coches no se paran en los pasos de peatones, tal y como deberían. En el caso de Las Rozas, los agentes de movilidad afirman que “viven en uno de los municipios madrileños con menos siniestralidad”.

Otras ciudades sin semáforos en Europa

Pero esta particular iniciativa ya tuvo sus inicios en Holanda en el año 1983, en el pueblo de de Oudehaske. Este pueblo, contaba por aquel entonces con 2.000 habitantes. Además de eliminarse no sólo los semáforos, sino todas las señales de tráfico, se estableció una velocidad máxima de 30km/h. Este movimiento, de “espacio compartido”, anima a tener poblaciones sin señales de tráfico, con el fin de potenciar el respeto y disminuir accidentes de tráfico.

Y se ha extendido a otras poblaciones de Holanda, como Frisia y Drachten y del Reino Unido, como Ashford y Wiltshire. En todos estos casos, no solo decreció el número de siniestros, sino, que contribuyó al ahorro energético y a disminuir la circulación de los automóviles.

Evidentemente para lograr que esta iniciativa funcione, se tiene que trabajar paralelamente la concienciación de los habitantes, tanto conductores como peatones,  en el cumplimiento de las normas de circulación y por supuesto, el respeto mututo.

Desde hace más de una década, en Pinto podemos presumir de ser la primera ciudad de España sin semáforos.